Llegamos a Ica desde Lima, de todas las opciones, la que más nos convenció fue la de ir en autobús. Seguimos las recomendaciones y fuimos en los autobuses de Cruz del Sur, todo un acierto, fueron supercómodos, puntuales, muy buen servicio y hasta tenían pantalla con entretenimiento. Desde Lima tardamos algo más de 4 horitas y nos costó (solo la ida) 20 soles.
El primer día estábamos un poco perdidas, llegamos sobre las cinco de la tarde al hotel y no teníamos nada claro qué visitar a esas horas (ya se nos había hecho tarde para visitar Huacachina). Así que fuimos a cotillear la zona centro, la plaza de armas. En lo que es la ciudad de Ica no hay mucho más que visitar a parte de esa plaza y algunas iglesias de alrededor.
Después de cenar por la Plaza de Armas volvimos al hotel para prepararnos para el día siguiente. Y al día siguiente, tocó por fin visitar Huacachina.
Tengo que decir que en las fotos parece más alucinante que en la realidad. Aún así, merece la pena visitarlo. Lo mejor, el tour que reservamos en la plaza de Ica, que incluía 2 horas de sandboard y de buggy por el desierto. Ha sido impresionante, a nosotras nos costó 40 PEN por persona más 3,60 PEN de acceso al desierto.
Ha sido una experiencia increíble que nos ha dejado con ganas de más.