Al empezar a planificar nuestros 10 días en Marruecos, de las primeras cosas que se nos pasaron por la cabeza fue ¿cómo vamos a movernos de un punto a otro? Había parte que ya la teníamos cubierta porque íbamos de excursión 3 días al desierto.
Nos faltaba cubrir los trayectos Marrakech-Casablanca y Casablanca-Rabat. Informándonos vimos diferentes posibilidades:
- Avión
- Transporte privado
- Autobús
- Tren
El avión quedó descartado por dificultad logística y precio. El transporte privado también se nos iba de precio, así que quedaban dos opciones: autobús o tren.
El autobús y el tren no distaban mucho de precio, y el tren tardaba algo menos así que esa fue nuestra opción. ¡Y qué buena opción!
Los trenes en Marruecos funcionan muy bien, la frecuencia (tanto entre Marrakech y Casablanca como entre Casablanca y Rabat) es bastante alta. Además, cuando compras un billete, aunque sea para una hora concreta, puedes usarlo antes o después durante ese día (si al final te encaja mejor otro horario).
Era bastante cómodo y tranquilo, además era bastante rápido en comparación con el coche o el autobús. De Marrakech a Casablanca tardamos algo menos de 4 horas y de Casablanca a Rabat alrededor de 1 hora.
Los horarios de los trenes entre las diferentes ciudades puedes encontrarlos aquí. Pero no te dejará comprar los billetes si no es con una tarjeta de crédito marroquí. De todas maneras, la disponibilidad de los billetes es alta y podéis comprarlos en las ventanillas o en las máquinas de las estaciones de tren sin problema.
No hemos probado los otros medios como para asegurar que el tren sea el más cómodo, pero desde luego, a nosotros nos resultó muy práctico y se adaptaba perfectamente a lo que necesitábamos.