Sian Ka’an es una reserva natural en México, muy cerca de Tulum, es un espacio protegido de una belleza increíble. Desde Tulum y otras ciudades de la península de Yucatán podrás encontrar excursiones para ver esta reserva. En las excursiones te podrán llevar en camioneta, Jeep, barca en función de qué opción escojas. Eso sí, son excursiones bastante caras, en un inicio nos planteamos ir a verlo en una excursión y no encontramos ninguna que bajara de los 100€ por persona. Así que decidimos buscar alternativas y recorrerlo por libre.
Preguntamos a los locales y nos comentaron que mientras pagaras tu entrada (de un coste muy bajo), podrías ir tanto en moto, coche como en bicicleta (podrías hasta ir andando pero con las distancias no tenía mucho sentido).
La entrada nos costó tan solo 35 pesos (lo equivalente ahora mismo a menos de 2€), así que ahí vino nuestro primer ahorro. Nosotros lo recorrimos en una scooter (con ruedas bastante buenas para ir a tierra) que alquilamos por 3 días. Cada día nos costó el alquiler 700 pesos (unos 32€) aunque si vas en temporada baja (nosotros estuvimos en plena temporada alta), seguro que encuentras mejores precios.
El camino
En total el camino por la reserva es algo menos de 50km hasta Punta Allen, los últimos 15 km fueron bastante complicados con baches, barro y muchos charcos (había llovido la noche anterior) pero mereció la pena.
Por el camino puedes ir haciendo todas las paradas que quieras y no es nada difícil encontrar playas paradisíacas completamente vacías. Pues bañarte en cualquier punto menos en la laguna (porque hay cocodrilos, aunque nosotros desde la moto no llegamos a ver ninguno).
Los accesos a la playa están por todas partes, aunque también hay muchas parcelas privadas que no podrás traspasar. Todas estas parcelas están bastante señalizadas con carteles de «propiedad privada» así que te será fácil detectarlas.
Punta Allen
En Punta Allen, el pueblo al final del camino encontrarás restaurantes donde comer, nosotros pedimos pescado (lo pedía a gritos el pueblo de pescadores) y estaba delicioso. Se notaba su frescura, es un pueblo con bastantes excursiones para turistas pero que al mismo tiempo conserva su toque «local».
Consejos para ir en moto
Yendo en moto tardamos unas tres horas en ir y otras tres horas en volver, hicimos bastantes paradas y al ir en moto íbamos más lentos que yendo en coche o incluso en bicicleta (la bicicleta te permite esquivar mejor los hoyos sin necesidad de frenar tanto como en moto).
¡Ojo! Si vas en una moto pequeña (cómo íbamos nosotros) lleva gasolina de sobra, en Punta Allen no hay gasolinera, aunque es posible comprar gasolina (más cara, por supuesto) en alguna de sus mini tiendas, pero mejor no arriesgarse, estuvimos preguntando un buen rato hasta que dimos con una que si lo tenía.
La reserva no tiene ninguna pérdida, es una sola carretera tanto de ida como de vuelta, así que no tendrás ningún problema en recorrerla, yo aconsejo, llegar hasta Punta Allen si es posible y recorrerlo por completo.
El lado malo
Por lástima, no todo es tan bonito, tengo que decir que para ser una reserva, me sorprendieron para mal dos cosas: la cantidad de propiedad privada (que miedo me da que acabe convirtiéndose en hotelazos) y la suciedad de algunas zonas de playa con chanclas, botellas de plástico, envoltorios de comida…., a pesar de ello, merece la pena por todo lo demás.