Londres es una de mis ciudades favoritas, de estas que he repetido varias veces (7 de momento para ser exactos). Uno de estos viajes fue un regalo para mi hermanita de 10 años con lo que he experimentado por primera vez qué es viajar con una niña (aunque no puedo quejarme, la niña está ya crecidita y es un auténtico sol). Como ya me conocía Londres aproveché para hacer todo lo que a mi hermana le apetecía (tocaba mimarla). Y la verdad es que conseguimos hacer un viaje en el que yo también disfruté como una niña pequeña. Esto fue lo que hicimos en nuestro fin de semana en Londres
Día 1, viernes
Llegamos el viernes justo a tiempo para cenar (nuestro avión se retrasó un poquito) pero que hubiera una cabina telefónica típica de Londres ya le alegró el día a mi hermana. Fuimos a cenar y dormimos prontito ya que el sábado iba a ser un día duro de mucho andar.
Día 2, sábado
El sábado empezamos con el plato fuerte, y fuimos a la zona del Big Ben (que estaban remodelándolo y rodeado de andamios) y cómo no, yendo con una niña de 10 años, lo que más ilusión le hacía era subir al London Eye. Compramos la entrada por Internet para ahorrarnos atascos y como fuimos sobre las 10 de la mañana no había mucha cola y subimos bastante rápido.
Después de bajarnos del London Eye, dimos un paseo bastante largo a las orillas del Támesis y hasta otro de los iconos de Londres, el Tower Bridge. Tras el paseo y cruzar el famoso puente tocaba reponer fuerzas así que fuimos a un sitio muy especial a comer, el Rainforest Café.
El Rainforest Café es un restaurante (muy recomendado para niños aunque yo disfruté también como una niña) ambientado en la selva tropical. Está todo lleno de plantas, animales que se van moviendo y hasta un miniaquario. Los camareros se presentan como tus «safari guide» y todos fueron muy amables. La mayor sorpresa fue que mientras estábamos comiendo, cada cierto tiempo había una «tormenta tropical» con sus característicos sonidos de lluvia y de animales. Una auténtica experiencia comer aquí.
Una vez repusimos fuerza recorrimos algunos de los lugares más divertidos del centro de Londres, visitamos la tienda de M&Ms, la tienda de Lego la vimos desde fuera (había demasiada cola así que decidimos dejarlo para otra ocasión y aprovechar el tiempo que teníamos), Chinatown y Covent Garden. En Covent Garden además hay una pequeña juguetería con muchísimo encanto: Benjamin Pollock’s Toyshop. Yo ya la había visitado en Navidad pero me encantó revisitarla con más tranquilidad.
De una pequeña juguetería con encanto pasamos a una de las grandes jugueterías de Londres: Hamley’s. Mira que he ido veces a Londres, pues aún no había entrado a Hamley’s y me encantó, es una tienda superexperiencial y mi hermana y yo aprovechamos para interactuar con todo lo que se podía interactuar. De las cosas que más nos gustó fue un juego de detectives que tenían en la sección de Lego, donde tenías que ir siguiendo pistas para resolver un caso, aunque personalmente, como buena fan de Harry Potter, fue esa sección mi parte favorita.
Como estábamos cerquita de Carnaby Street aprovechamos para visitar una de las calles más molonas de Londres, a mi hermana le encantó el ambiente.
Por último, para cerrar el día visitamos Buckingham Palace, aunque en ese momento no había cambio de guardia ni estaban los famosos soldados ingleses visibles así que fue un poco decepcionante.
Después de un largo día donde anduvimos unos 25 km, tocaba descansar para poder seguir visitando Londres al día siguiente.
Día 3, domingo
El domingo sólo teníamos la mañana así que teníamos que aprovecharla bien. Empezamos el día recorriendo algunos de los rincones de Hyde Park.
Nuestra primera parada de Hyde Park fueron los Italian Gardens (que hasta esta visita no los había conocido) seguidos de la estatua de Peter Pan. Pero antes de seguir recorriendo los rinconces de Hyde Park fuimos al museo de Historia Natural (mi hermana quiere ser zoóloga por lo que estaba emocionadísima en este museo). En este museo echamos un buen rato, además se podía hablar con los científicos que trabajan en este museo y a mi hermana le encantó hablar con una zoóloga.
Después del museo volvimos al Hyde Park, y vimos la zona del lago redondo.
Con esto, se acabó nuestra mañana, así que comimos rápidamente y fuimos dirección al aeropuerto.